lunes, 30 de junio de 2014

El mundial

El mundial
Era el mundial del 2014 y la familia Hernández estaba muy emocionada por el suceso, pese a todo pronóstico la selección mexicana había calificado para el evento y ellos de la emoción  inclusive  habían contratado una compañía de televisión por cable para no perderse ningún partido, porque aunque México no ganara,  cada familiar tenía otro país por el cual apostar.
Aunque la mayoría de los miembros de la familia se sentían extasiados por el evento, un miembro solo se imaginaba con angustia lo que pasaría las siguientes semanas, los gritos, las grosería, adiós desayunos, comidas y cenas por todo un mes, hola a la comida chatarra, adiós a la escuela y al trabajo, porque la familia Hernández no se podían perder ningún partido, así que inventaban escusas para olvidarse de sus obligaciones, sería un mes cansado, pensaba la pequeña Mariana.
Mariana Hernández, no era fanática del futbol soccer como toda su familia, tenía doce años y desde que tenía memoria aquel deporte se le hacía insulso, no entendía cómo podía ser llamado el deporte del mundo. Ella era la única de los Hernández que iba a la escuela en épocas del mundial, también era ella quien se encargaba de la limpieza de la casa en esa época, pues ni su mamá, ni su papá, ni su hermano, ni su hermana, lo hacían, ellos solo se dedicaban al mundial.
El mundial empezó el  Jueves 12 de Junio y para el disgusto de Mariana todo lo que predijo se hizo realidad, todos los días su familia se la pasaba frente al televisor para ver los partidos, las repeticiones, los comentarios, se dormían en la sala ya hasta tenían su sillón asignado, solo se paraban al baño, diario no había de desayunar, solo de comer, de cenar y la botanas para ver el partido.
Habían pasado ya varios días desdé el inicio del mundial Brasil,  Mariana llegaba a su casa a eso de las 2:30 el Lunes 23 de Junio del 2014, aquel día había sido terrible, el día anterior su familia se había acabado los suplementos alimenticios, así que se fue sin desayunarse, ni algo para el almuerzo, además ese día jugaba México y solo se podía imaginar el martirio que sería. Llego a su casa y vio su sala, suspiro, sabía que tendría recoger todo el desastre de su familia antes de que empezara el partido de México porque si no el desastre solo se haría más grande.
Cuando termino de limpiar era hora del partido, así que como se había hecho costumbre la joven le paso el teléfono a su padre para que ordenara la comida rápida y subió a su cuarto hacer la tarea en lo que llegaba la comida.
Aquel día no había oído lo que su padre había ordenado, solo entre murmullos alcanzo a entender “Pizza”, a ella no le encantaba la idea pero su estómago y su cuerpo pedían comida así que estaba ansiosa por que llegara. En cuanto escucho el timbre, bajo, tomo el dinero de la mesa de su comedor, pago la pizza y la puso en medio de la sala para que todos agarraran, tomo sus dos pedazos y los llevo a la cocina para ponerlos en un plato, después de esto se dirigió hacia a su cuarto otra vez , mientras todos tenían sus ojos pegados en al televisor 3:30pm, ella tomo el primer bocado de las dos pizzas  mientras subía las escaleras y aunque le sabia un poco inusual no dejo nada en el plato, unos minutos después ella empezó a notar como su mano se le empezó a hinchar , empezó a sudar, sentir escalofríos, a las 4:00pm se acostó en su cama y empezó a gritar por ayuda porque no entendía que le pasaba a su cuerpo, pero nadie la escuchaba por el sonido del partido.
A las 4:10 se le empezó a ir el aire y en sus momentos de agonía escucho decir a su mamá
.-La nuez, sí que le da  un sabor diferente a esta pizza.-El sabor extraño que ella había sentido era nuez, la única cosa a lo que ella era alérgica, en ese momento y con lo poco que le quedaba de aire, empezó agita, con mucha más fuerza que antes, pero nadie le hacía caso, eran 4:20 y México iba ganando el partido y quedaban 10 minutos de juego.
Al terminar el partido todos sus familiares salieron de la casa para festejar el triunfo de México, el cuerpo de Mariana   yacía en su cama, fue el perro el que al verla, empezó a llora y se quedó junto al cuerpo de la única persona que le daba de comer en la casa.
Pasaron algunos días y por fin el mundial se había acabado, la familia no había notado la ausencia de Mariana, ni si quiera el olor, esto se debe a que se lo atribuían al basurero que tenían en su sala, nunca en todo ese tiempo pasaron a la cocina, con la comida rápida, no fue necesario.
No fue hasta que el ganador del mundial fue nombrado, que  aquella familia no salió del trance y de todas maneras, no fue hasta que la Sr. Hernández comenzó a recoger, que noto que su hija más pequeña no había hecho las tareas de la casa y en los momentos que pensaba en el castigo que le daría a esta, así que par ahorrase el trabajo de recoger subió al cuarto de esta y allí encontró, el cadáver de su hija acostado el cama con sus ojos abiertos.
Enseguida llamaron a emergencias, la madre lloraba junto al cuerpo de su hija mientras el padre quería callar al perro que al verlos entrar empezó a ladrar como loco.

Cuando llegaron los médicos, le hicieron una autopsia declararon muerta a Mariana Hernández por reacción alérgica tenía casi dos semanas de muerta. En cuanto supieron esto sus familiares empezaron a llorar,  pero…. Era por la muerte de la niña o porque se había acabado el mundial

jueves, 9 de enero de 2014

la libreria



Como cada sábado de quincena, tomo el dinero que he ahorrado estas dos semanas  y voy  a la librería que está en el centro de la ciudad, es un largo tramo de mi casa, hasta ese lugar, pero cada quince días voy, no importando qué situación se me ponga enfrente yo tengo que ir.
Mi empeño es mucho y no solo es por que  ame los libros y el afán de aprender, antes lo era pero ya no, hace más de seis meses que ya no solo voy a la librería para comprar algo nuevo que leer, ahora también lo voy a ver a Él.
Nunca en mi vida pensé que caería tan fácil a los pies de alguien del cual solo se  cómo es su rostro y sus autores favoritos, todavía recuerdo la primera vez que entre ah esa librería, fue la primera vez que lo vi, era muy guapo me llamo la atención, su cabello largo  que en ese momento era inclusive más largo que el mío, sus ojos negros que tenían una mirada penetrante y su sonrisa,  en verdad era guapo, pero yo siempre he visto a chicos guapos a mi alrededor , pero él había hecho algo que nadie logro hasta ese momento, en cuanto me vio me hizo sonrojar y como la chiquilla que soy caí a sus pies.
Desde ese momento voy cada dos semanas a verlo, hay veces que me hecha un comentario acerca de su opinión del libro que estoy comprando, otras no puedo esperar a llegar a la caja y le pido su opinión en que puedo leer, saben lo que se puede saber  de una persona por los libros que leen, mucho, por eso sé que él es una persona misteriosa pues adora “Sherlock Holmes”, una persona detallista siempre me recomienda los libros de Gabriel García  Márquez y un poeta de corazón siempre voy está leyendo algún libro de Pablo Neruda u Octavio Paz.
Lo sé, tengo bastante información sobre su forma de ser, como yo espero que él tenga de mí, aunque también sé que nos e ni su edad, ni su nombre, pero eso cambia hoy, llegare a preguntarle su nombre, hoy seré valiente, hoy no temblare con su mirada, lo juro.
Entro a la librería, tengo suerte no hay gente hoy, solo él y yo, primero doy varias vueltas a los estantes de libros para que mis nerviosismos se calmen, respiro hondo, nunca en mi vida había sentido tanto nerviosismo de preguntarle el nombre alguien, cuando me he dado por vencida para saber su nombre ,no podía.
-Hola-dijo una voz  que yo conocía perfectamente, en ese momento, no sé cómo logre , voltear a verlo sin que se oyera muy fuerte el latido de mi corazón-Te he visto entrar y creo que estas indecisa, ¿Quieres que te recomiende algo?-.
No lo podía creer el me había notado desde el inicio, no sabía que hacer, ni como pedirle su nombre, solo podía mirarlo, no creo y espero que el no sepa lo causa en mi, espero que el no sepa que con una mirada , hace lo que muchos no pueden , ponerme roja como jitomate, hacerme temblar y emocionarme más que si ganara la lotería.
-Gracias pero no te preocupes, se lo que quiero-Lo voltea a ver a los ojos y sonreí, él tiene los ojos más bonitos de todos.
-Enserio, entonces que necesitas, te puedo ayudar en algo- sonrió y se acercó a mí por un momento pensé que los sueños y fantasías se harían realidad porque según yo, sus labios estaban cerca de los míos, su cara a centímetros de la mía y podía jurar  que su aliento acariciaba mis labios.
-Este, quiero este libro-dije mientras tomaba el primer libro que encontré cerca de mi mano, para tratar de distraerme, para no ponerme más roja de lo que ya estaba, para no ponerme más nerviosa, para no hacer algo que lo metiera en problemas.
-Claro, ¿Algo más?- me pregunto mientras yo regresaba en mí, solo podía ver como se acercaba a la caja registradora, mientras sonreía para sí mismo, será que  yo significaba algo para él, será  que el también pensaría en i de la misma forma, en la cual yo pienso en él.
-Si-murmure el volteo a verme-Vera, he estado viniendo aquí y se que esta librería aunque es antigua, es una de las mejores de la zona  y mi amigos, están muy perdidos y no saben dónde comprar, me podrías dar tu nombre, para así decirles con quien comprar-Bravo que escusa más torpe me había inventado, no sabía si golpearme a mí misma o simplemente correr.
-No hay problema, me llamo Cesar- En ese momento me sonrió, sé que me falta muchas cosas que aprender de  él  pero aquello era un inicio y mi felicidad no podía ser oculta, sería que el sentí lo mismo que yo, por eso se había hecho como si se creyera mi muy poco imaginativa escusa.
Después de eso a pesar de mis intentos y mis artimañas para ir cada dos semanas no pude, por más que moviera, tierra, mar y sol no podía ir y eso me molestaba, tuve que esperar un mes, ósea desperdicie dos oportunidades para verlo, pero bueno ya sabía su nombre y pronto sabría, más cosas de él , así que por que apresurarme.
Por fin pude ir a verlo y mientras caminaba por la calle mis esperanzas subían, solo quería ver su ojos y por fin saber, más de él , quería saber si esta vez me iba a saludar por mi nombre, porque la última vez  se lo mencione, quería tener en claro que si por fin daríamos ese paso para que nuestra relación vendedor/compradora cambiara a algo más.
Pero mis esperanzas murieron rápidamente, porque cuando llegue frente a la librería, la habían cerrado, todo estaba vacío, como si nunca hubiera existido, solo desapareció, yo en verdad quería llorar en  ese momento, en verdad quería, desaparecer en ese momento, en verdad quería creer que estaba durmiendo pero no fue así, la librería ya no estaba por lo tanto el tampoco.
Me pasee por allí varias veces con la esperanza de encontrarlo, con la ilusión de  que abriera  una librería allí  de nuevo y así verlo otra vez.
Dos años después de eso , como siempre por costumbre pasando por el mismo lugar  vi que decía abierto y al asomarme vi que era una librería, mi corazón empezó a latir muy fuerte , como la última vez que entre en ese lugar, pero mis expectativas murieron muy rápido, era una librería , pero el no estaba allí, termine comprando los últimos 5 años allí, pero un día lo vi, detrás del mostrador , de una tienda de discos, me arme de valor y de la ilusión que había acumulado en los últimos años, mientras caminaba entre las estanterías, creí ver en sus ojos una luz de que me reconocía, en ese momento, fui así a el y como si volviera la chiquilla de hace 5 años mi corazón empezó a latir fuertemente, mis piernas a temblar, tan solo para que preguntarle un precio, pero era para oír su voz, para ver si me reconocía, para ver si recordaba mi nombre, como yo perfectamente recordaba el suyo.
Pero su respuesta no fue lo que esperaba actuó fríamente hacia a mi, es mas ni si quiera me dedico una de sus sonrisas, en el momento que salí de allí recordé lo que un amigo me dijo alguna vez: “Las personas recuerdan, las cosas y las interpretan a la manera que más les conviene, se nos olvida que no somos el centro del universo”.